Inicio

La diferencia entre la SALVACIÓN y el GALARDÓN.

Deja un comentario

Continuamos con el último punto del tema del principio de la discriminación tratado en el libro: “Manual de interpretación bíblica” -Descubriendo la Palabra de Dios- del Autor: J. E. H.

La diferencia entre la SALVACIÓN y el GALARDÓN.
A éstos se les podría llamar “Bendición Presente” y “Bendición Futura”.
El pecador se salva y el creyente es premiado. El pecador no es premiado porque Dios no aprueba las obras del pecador. Nada le espera, sino juicio, condenación y muerte.

La salvación trae liberación del pecado y de la ira de Dios.
El galardón es premio por la fidelidad, el trabajo y los sufrimientos.

La salvación es “don” gratuito de Dios. El galardón se gana.
La salvación es regalo presente, y el galardón se obtendrá en el futuro.

Resumen de la enseñanza tocante a la salvación:
1.- Es del Señor. Dios es su fuente; Cristo, el Salvador.
2.- Es todo de gracia, amor y misericordia de Dios (2Ti 1:9 y Tit 2:11).
3.- Se recibe por la fe (Hch 16:31, Ro 1:16 y Ef 2:8-9).
4.- Es posesión presente, poseída ahora por el creyente (Jn 3:16, 5:24, 6:47; 2Ti 1:9 y 1Jn 5:13).

Resumen de la enseñanza tocante a los galardones:
1.- Se gana por las obras y el fiel servicio (1Co 3:11-13 y 9:24-25).
2.- Se puede sufrir pérdida de ellos por causa del descuido y la infidelidad (1Co 13:12-15).
3.- Serán repartidos cuando Cristo regrese (1Co 3:14; Mt 16:27 y Ap 22:12).
4.- Dios los promete para alentar a los creyentes (Ro 8:18).
5.- Son prometidos para quitar la vista del creyente, de las riquezas y los placeres terrenales (Carro, casa, trabajo, dinero, posesiones de cosas, etc.), y fijarla en las cosas espirituales (Col 3:1-4 y 1Ti 6:17-19).
a) Para animarnos a un servicio de amor; alentarnos en el sufrimiento y la persecución, e incitarnos a ser fieles en el deber (Col 3:17-25 y 2Ti 4:8).
b) Las “coronas” prometidas son símbolos de las bendiciones espirituales.
– La corona de “regocijo”, para los que ganan almas (1Ts 2:19).
– La corona “incorruptible”, para el que sujeta su cuerpo, y su vida natural, a la voluntad divina, y a una vida templada (1Co 9:25).
– La corona de “justicia” para los que aman la venida de Cristo (2Ti 4:8).
– La corona de “gloria” por la fidelidad en ministrar (1P 5:24).
– La corona de la “vida”, para el que sufre pruebas aún hasta la muerte, como mártir (Stg 1:12 y Ap 2:10).

Cuántas de éstas coronas nos tocarán al estar en la vida eterna al lado de nuestro Señor?… DLB.

La diferencia entre la FE y las OBRAS.

Deja un comentario

A continuación seguiremos con el tema del principio de la discriminación tratado en el libro: «Manual de interpretación bíblica» -Descubriendo la Palabra de Dios- del Autor: J. E. H.

La diferencia entre la FE y las OBRAS.
Ambas son ordenanzas divinas y necesarias para el creyente.
Sin la fe no se es creyente; y sin las obras no se presta evidencia de la fe.
Ambas cosas son parte de la vida del genuino creyente.

Definición de la fe.
Significa creencia o confianza personal en el Salvador Jesucristo, y en la Palabra divina para la salvación.
La fe que salva necesariamente incluye la aceptación del testimonio de Dios a cerca de Su Hijo (1Jn 5:9-12).
Según Efesios 2:8-10, somos creados en Cristo Jesús para buenas obras. Versículo 8, salvos POR Cristo. Versículo 10… PARA buenas obras.
La fe tiene el lugar supremo en la vida cristiana.
Es el medio y la causa de una vida victoriosa, y de todas las frases de experiencia cristiana.
La diferencia entre la religión cristiana, y las de origen humano, se conoce por el lugar que le dan a la fe y a las obras.
Las religiones humanas hacen hincapié en las obras como el medio de salvación, pero la “religión” divina está fundada sobre la fe, y las obras vienen como fruto… Tit 3:5 y 2:14.

Resumen de la enseñanza bíblica tocante a la fe.
1.- Es absolutamente indispensable… He 11:6.
2.- Es creer a Dios y aceptar lo que dice Su Palabra.
La fe que salva es el testimonio de Dios tocante a su Hijo.
3.- Es el medio por el cual se obtiene la vida espiritual, y toda bendición espiritual.
No hay bendición que Dios conceda, que no esté basada en la fe.

Resumen de la enseñanza bíblica tocante a las obras.
1.- El hombre no es salvo por las obras, sino por la fe (Ef 2:9 y Tit 3:5).
No es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe (Ro 3:20 y 5:1).
La ley da conocimiento del pecado, pero no es el remedio para tal.
No le trae al pecador ni amor, ni gracia, ni vida.
No salva, sino condena!
2.- Las obras realmente buenas, son las del hombre salvo, y dan evidencia de su salvación (Ef 2:10 y Tit 3:8).
3.- Serán premiadas cuando Cristo venga (2Co 5:10 y 2Ti 4:8).

Que el conocimiento de la Palabra nos alumbre el entendimiento… DLB.

Diferencia entre SER ACEPTOS y SER AGRADABLES Delante de DIOS.

Deja un comentario

Continuamos con las diferencias basadas en el principio de la discriminación, de acuerdo a las enseñanzas del libro: «Manual de interpretación bíblica» -Descubriendo la Palabra de Dios- del Autor: J. E. H.

A todos los estudiantes de la Hermenéutica, y a los creyentes en general, realmente les recomiendo este libro!… 😉

Diferencia entre SER ACEPTOS y SER AGRADABLES Delante de DIOS.
En General.
Dios ha aceptado a todos los creyentes, pero no se ha agradado de todos… Ef 1:4-6 (DHH)… “Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia.
Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad.
Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo.”
En este pasaje se refiere a la POSICIÓN celestial del creyente: Ser ACEPTO en Cristo.

2Co 5:7-10 (DHH)… “Ahora no podemos verlo, sino que vivimos sostenidos por la fe; pero tenemos confianza, y quisiéramos más bien desterrarnos de este cuerpo para ir a vivir con el Señor.
Por eso procuramos agradar siempre al Señor, ya sea que sigamos viviendo aquí o que tengamos que irnos.
Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.”
Aquí, en esta cita, se refiere a su CONDICIÓN: Su “ANDAR” COMO CRISTIANO; es decir SER AGRADABLES A DIOS EN SU CONDUCTA DIARIA.

Distíngase la diferencia entre estas dos consideraciones:
a) Nuestra Posición, lo que somos en Cristo.
b) Nuestra Condición, lo que somos en nosotros mismos.

En Particular.
Somos aceptos en Cristo (Ef 1:6).
1.- Por Cristo, “El amado”, que nos representa o sustituye. Sufrió en nuestro lugar (2Co 5:21). Cargó nuestros pecados y ahora nos representa ante Dios.
El llevó nuestros pecados, y nosotros nos vestimos de su gloria y justicia.

2.- Por identificación; sus experiencias son contadas como nuestras (Ga 2:20 y Ro 6:6-8:11).
Hemos de considerar a nuestro “viejo hombre” como muerto, y no hacer provisión para la carne; sepultados con Cristo (Ro 6:4-5); resucitados con Él (Col 3:1); ascendidos con Él y sentados en lugares celestial con Él (Ef 2:6); glorificados con Él (Ro 8:17 y 30).
Él es el TODO del cristianismo verdadero; el centro y la totalidad. Nosotros vemos a Dios en Cristo, y Dios nos ve a nosotros en Cristo.
Nuestra posición en Cristo es la perfección absoluta, porque es de Él. Pero nuestra condición está lejos de la perfección, porque es de nosotros. Recibimos la posición de perfección por la fe en Cristo (Col 1:12 y 1Co 1:30).

La aceptabilidad o aprobación.
Siendo hechos ACEPTOS en el amado Hijo, es nuestra responsabilidad vivir una vida ACEPTABLE.
Somos hechos aceptos por la fe, pero nos esforzamos por serle aceptables (2Ti 2:15 y 2Co 5:9).
La vida de Cristo siempre fue aceptable al Padre.
Debe ser nuestro constante anhelo serle aceptables en nuestra vida.

Algunas amonestaciones.
1.- Es posible ser salvo y, sin embargo, sufrir grandes pérdidas (1Co 3:14-15).
El haber sido hechos aceptos en “El Amado” no nos permite seguir las inclinaciones de la naturaleza vieja, sino hemos de vivir y servir de una manera agradable al Señor.

2.- Es posible ser salvo y todavía llegar a ser eliminado, o desaprobado (1Co 9:27).

3.- Es posible ser salvo y todavía ser castigado (2Co 5:9-10 y Col 3:25).

4.- Es posible ser cristiano y cosechar los frutos del mal vivir (Ga 6:7 y 8).

Nuestra aceptación en Cristo es de una vez y para siempre.
Muchos creyentes viven años sin agradar a Dios con su vida.
Nuestra aceptación es eterna, pero cuán raros son nuestros momentos de aceptabilidad, a pesar de que Dios ha puesto a nuestro alcance todos los medios para vivir una vida aceptable.

Estamos siendo, realmente, un buen testimonio?
Es nuestro caminar por la vida, agradable a Dios?
Meditemos en esto… DLB.

Diferencia entre las CRIATURAS de Dios y los HIJOS de Dios.

Deja un comentario

Para ésta publicación me apoyaré en el libro: «Manual de interpretación bíblica» -Descubriendo la Palabra de Dios-, del Autor: J E. H. ya que considero la información de éste libro veraz y sumamente valiosa.

EL PRINCIPIO DE LA DESCRIMINACIÓN
Definición.
Este es el principio por el cual se usa bien la Palabra de verdad, haciendo un claro realce entre las cosas que Dios distingue como diferentes.
NO USAR LA DESCRIMINACIÓN CONDUCE A LA CONFUSIÓN.

Diferencias entre LAS CRIATURAS DE DIOS y LOS HIJOS DE DIOS.
Aquí la palabra “criaturas” se refiere a los seres humanos como creación de Dios.

1.- No tomar en cuenta esta diferencia conduce al error.
Resulta en la predicción de la paternidad divina universal y la fraternidad de todos los hombres.
No todos son hermanos, y Dios no es Padre de todos.

2.- Todos son creación, o criaturas de Dios, pero no todos son sus hijos.
La palabra “linaje”, en Hechos 17:29, designa al hombre como hechura del poder creativo de Dios, no como su hijo.
La palabra “todos”, en Gálatas 3:26-27, se refiere a los creyentes en Cristo.

3.- Somos criaturas de Dios por medio de Adán.
Él es la cabeza de la raza humana. Toda raza está incluida en la creación de Adán. Todo ser humano desciende de él (Ro 5:12 y 1Co 15:45).

4.- Llegamos a ser hijos de Dios por medio de la regeneración.
No por medio del nacimiento natural, sino por el nuevo nacimiento (Jn 1:12, 3:16 y Ga 3:26).

5.- El estado de Criatura se origina en la creación.
El estado y los derechos de “hijos” proceden de la nueva creación, esto es, un proceso distinto.
Dios hizo un solo hombre, y le dio poder procreativo, es decir, de la multiplicación. Y, desde entonces, Dios no ha creado otro ser humano. Todos nacen por la propagación humana.
Pero después del pecado de Adán y Eva, nacemos con la naturaleza de ellos dos, naturaleza caída (En pecado), y no a semejanza de Dios.

6.- La criatura de Dios está bajo el pecado.
En Adán todos creyeron y se sujetaron al poder de la muerte y de la ruina. Este es el caso de todo descendiente de Adán.

Un pecador no puede engendrar un hijo sin pecado. La criatura humana es por naturaleza desobediente, sensual, diabólica, nacida de la carne y sus deseos son contrarios a los de Dios (Ro 8:7).

7.- El “hijo” de Dios es el que ha renacido.
Participa de la naturaleza de Dios, y ya no está ligado con el Adán de la raza natural, sino con Cristo y la nueva creación.
Está libre de la ira de Dios, y está bajo el favor divino (Ro 8:1 y 34).

8.- Adán era la cabeza de toda la creación, y Cristo es la cabeza de la nueva creación.
Cuando una criatura de Dios cree en Cristo, pasa a ser hijo de Dios.

9.- El Señor es el Dios de todos los hombres.
Es creador de todos, pero Padre solo de los hombres salvos por la fe en su Hijo Jesucristo (Jn 1:11-12).

10.- Nicodemo llamó a Cristo “Maestro”, sin reconocer su deidad.
Cristo no contestó su pregunta, sino que le reveló su necesidad.
Esperaba que Nicodemo entendiera la verdad del nuevo nacimiento, registrada en Ezequiel 36:25-27, porque Nicodemo era un maestro instruido en las Escrituras del Antiguo Testamento.

11.- El hombre (El género humano) es salvo por la fe.
No por su membresía en la iglesia, por su buena conducta, por aceptar un credo, por su carácter intachable, ni por cosa alguna, sino por la fe en Cristo, como Salvador personal (Ga 3:26 y Tit 3:5, no por mérito humano alguno, ni por esfuerzo propio, ni por alguna otra cosa).
El único carácter que le place a Dios es el que manifiesta lo que Dios ha hecho en la vida del creyente en Cristo Jesús (Jn 3:16; Ro 8:17 y 2P 2:14).

Por nacimiento somos miembros de una raza alejada del Señor.
Ni una sola cosa que el hombre haya hecho puede hacerle “hijo” de Dios.

12.- Cuando la criatura de Dios se convierte en hijo de Dios, se hace miembro de la hermandad (Ga 6:10).
Pertenece a “la familia de la fe”. Esta es la hermandad espiritual; la única “fraternidad” que vale la pena en este mundo.

Todo este conocimiento nos irá alumbrando el entendimiento y nos irá sacando del error de que Dios es nuestra “Lámpara de Aladino”… DLB.

EL REGALO DE LA VIDA ETERNA: LA SALVACIÓN.

Deja un comentario

LA SALVACIÓN.

EL REGALO DE LA VIDA ETERNA.

EVANGELISMO -L2-

EVANGELISMO -L3-

EVANGELISMO -L4-

EVANGELISMO -L5-

EVANGELISMO -L6-

EVANGELISMO -L7-

EVANGELISMO -L8-

EVANGELISMO -L9-

EVANGELISMO -L10-

EVANGELISMO -L11-

EVANGELISMO -L12-

EVANGELISMO -L13-

EVANGELISMO -L14-

EVANGELISMO -L15-

EVANGELISMO -L16-

EVANGELISMO -L17-

EVANGELISMO -L18-

EVANGELISMO -L19-

EVANGELISMO -L20-

EVANGELISMO -L21-

EVANGELISMO -L22-

Jesucristo y su obra redentora.

Deja un comentario

En la anterior publicación pudimos darnos cuenta cómo nos vemos a través de la santidad, justicia y rectitud de Dios, por medio de lo que nos dice en su Palabra:

A cerca de Él mismo:

“Soy santo, justo y recto. Muy limpio de ojos para ver el mal, más el alma que pecare, esa morirá”… Jos 24:19, Hab 1:13, Ez 18:4c (Paráfrasis).

Y, a cerca de nosotros dice:

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”… Ro 5:12… RV60.

“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”… Ro 3:10 y 23… RV60.

Esto nos deja ver que la condición del ser humano delante de Dios es el de ser PECADOR!

Por lo tanto el pago que tenemos que dar por practicar el pecado, hacer nuestra voluntad y no la de Dios, es la muerte espiritual, en esta vida, esto es, no poder ser guiado por Dios, ni tener comunión con Él. Y, al morir, pasar la eternidad en el lago de fuego, es decir, en el infierno!

Dios, al ver que no hay nada que el hombre pueda hacer para salvarse, envió a su Hijo al mundo, para resolver este problema al género humano.

Él, en un acto de amor infinito, e incomprensible, entregó a su Unigénito para que pagara por nuestros pecados, de esta manera el seguiría siendo justo pero a la vez nos libraría de la muerte eterna por nuestra naturaleza pecaminosa y nuestros pecados.

Desde la caída del ser humano, representado en Adán y Eva, Dios no tuvo en mente otro redentor que no fuera su Hijo encarnado. A Él se le conoce como “… El Cordero que fue inmolado”… Ap 13:8a… RV60, porque dice en su Palabra que: “No hay perdón de pecados si no hay derramamiento de sangre”… He 9:22 DHH. Dios ha usado la sangre como un recordatorio de que nuestros pecados han producido muerte en nosotros.

En el Antiguo Testamento sacrificaban animales por la mañana y por la tarde. Esto se hacía para la expiación de los pecados del pueblo de Dios.  Estos sacrificios, hechos bajo el Antiguo Pacto, fueron un símbolo de lo que habría de suceder con la venida de nuestro redentor: Jesús, el verbo encarnado, derramaría hasta la última gota de su sangre, en la cruz, por los pecados del mundo… “Juan vio a Jesús, que se acercaba a él, y dijo: Miren, ése es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”… Jn 1:29… DHH.

La muerte espiritual llegó a la raza humana por medio de un hombre, por lo tanto Dios proveería la salvación de la misma por medio de otro hombre: Jesucristo… “Porque así como por la desobediencia de uno solo muchos fueron constituidos pecadores, también por la obediencia de uno solo muchos serán constituidos justos”… Ro 5:19… NVI.

El primer ser humano creado por Dios para glorificarle había fallado, por tal motivo debería haber otro hombre que iniciara una nueva raza para tener esa comunión eterna con Él. El segundo Adán: Jesucristo… “El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo”… 1Co 15:47… RV60.

El Hijo de Dios era el único que podía pagar tal deuda porque solo la vida de Dios es lo suficientemente valiosa para comprar a toda la raza humana… “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”… 1Jn 2:2… RV60.

Si bien Jesús nació de una mujer… “Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos”… Ga 4:4b y 5… RV60, fue concebido por el Espíritu de Dios… “he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”… Mt 1:20b… RV60. A esto se le llama la “Encarnación”… “Antes de que todo comenzara ya existía aquel que es la Palabra. Aquel que es la Palabra habitó entre nosotros y fue como uno de nosotros”… Jn 1:1 y 14… TLA.

Para qué vino el Hijo de Dios, en forma humana?

Primeramente para destruir las obras de Satanás… “Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo”… 1Jn 3:8b… DHH.

Y también vino para hacer posible que dejáramos nuestra antigua naturaleza pecadora, heredada de Adán y nos volviéramos a Dios, formando parte de la familia celestial.

Como el primer hombre, Adán, fue tentado, el segundo hombre, Jesús, debería ser tentado. Es por eso que vino en naturaleza humana, ya que como Dios no podía ser tentado por el mal… “Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie”… Stg 1:13b… RV60. Solo el ser humano puede ser tentado.

Jesús fue tentado en todo pero nunca se dejó vencer por el pecado… nunca pecó… obedeció a Dios en todo.

En 1 Co 15:45 a Jesús se le llama “El postrer Adán” porque vino a quitarle la autoridad al enemigo que el primer Adán le había entregado cuando tomó la decisión de desobedecer a Dios.. Dicho en otras palabras Jesucristo vino a deshacer las obras del diablo. Adán desobedeció a Dios, Jesús obedeció a Dios en todo… fue obediente hasta la muerte… “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”… Fil 2:8… RV60.

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él… 2Co 5:21… RV60.

Esa obediencia que lo llevó a exhalar hasta el último aliento de vida, fue lo que consumó su obra redentora aquí en la Tierra.

Dios le había entregado la mayordomía (Gobernar) de la Tierra a Adán… y adán, al desobedecer a Dios, obedeciendo al Diablo, se la entregó a éste… Por ello a Satanás se le llama el príncipe de este mundo. Además de haber perdido su comunión con Dios y ganado la muerte eterna en el lago de fuego.

Y, Jesucristo, a través de su obediencia y sacrificio de sangre recobró la autoridad de Dios, dada a Adán, sobre la Tierra… quitándosela al enemigo… “Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz; para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.”… Col 2:15 y He 2:14… RV60.

Pero no solo le fue otorgada la autoridad (Potestad) sobre la Tierra sino también en el cielo y debajo de la Tierra… “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”… Mt 28:18… RV60.

Jesucristo resucitó al tercer día y regresó con poder y autoridad absoluta sobre La Tierra, y todo cuanto en ella hay.  Él es el representante de Dios en la Tierra. Y esta autoridad Jesucristo nos la ha entregado a todos aquellos que lo hemos reconocido como nuestro Señor y Salvador… “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”… Ef 1:7… RV60, para combatir las obras del diablo y extender el Reino de Dios hasta los confines de la Tierra… “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”… Jn 1:12 y Lc 10:19… RV60.

Para que reconozcamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador es necesario conocer las buenas nuevas del Evangelio: “La obra redentora de Jesucristo aquí en la Tierra, a través de su sacrificio de sangre, para la redención de nuestros pecados”… “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”… Mr 16:15-16… RV60.

Te gustaría pertenecer a la familia de Dios?… Te gustaría recibir el regalo de la vida eterna… Visita e siguiente link y encontrarás cómo es que puedes tener vida eterna al lado de Dios, en el cielo:

https://www.facebook.com/kcshekinna/media_set?set=a.492855680746699.120611.100000668155346&type=3

Jesucristo vino para redimirnos de nuestros pecados, que nos separan de Dios.

Deja un comentario

Recordemos que Jesucristo vino a tres cosas:

–         Traer el Reino de Dios a nosotros.

–         Darnos a conocer al Padre.

–         Redimirnos de nuestros pecados con su sacrificio de sangre.

 

Ya hemos visto las dos primeras, anteriormente.

Ahora veamos que la tercera, y última, causa por la cual Jesucristo vino a este mundo, fue La de morir por nuestros pecados, para redimirnos de ellos delante del Padre.

“Yo, el Hijo del hombre, he venido para buscar y salvar a los que viven alejados de Dios.” (Lc 19:10… TLA).

Y con ello a retomar la autoridad que Adán había perdido sobre la Tierra para entregárnosla a todos aquellos que lo reconozcamos como Señor y Salvador, para continuar con la obra que Él empezó, aquí en esta vida.

Para los que recién se nos han unido en la trama recapitulemos un poco:

Dios creó al hombre (Adán y Eva) a su imagen y semejanza, para que gobernara al mundo (La Tierra). Y le dio “Libre Albedrío” para que ellos, por medio de éste, tomaran la decisión de seguirlo y servirlo por voluntad propia y no porque no tuvieran la capacidad de elegir.

Más sin embargo el ser humano, en este caso Eva, fue tentada a usar su libre albedrío para desobedecer a Dios, bajo la promesa del enemigo, llamado, para este caso, Diablo (Engañador), a través de  la serpiente, de que si comían del fruto de ese árbol prohibido, serían igual a Dios, en todos sus atributos.

Eva, ejerciendo ese albedrío, tomó la decisión de querer ser como Dios mismo y decidió  comer de ese fruto. Después lo ofreció a Adán y éste tomó la decisión de desobedecer a Dios, y comió también (Gn 3:1-6).

La desobediencia fue el primer pecado de la raza humana, motivado por el primer pecado en la existencia: Orgullo, cometido por Satanás.

Esta desobediencia trajo terribles consecuencias para ellos y toda la raza humana. La maldad (Pecado) entró en ellos por eso se vieron el uno al otro con lascivia, y a la vez sentían vergüenza, e incluso de estar ante la presencia de Dios (Gn 3:7-11).

Ellos, al estar ante su presencia, y después de haber pecado, se culparon el uno al otro intentando “salvarse” a sí mismos (Gn 3:12).

Esto despertó la ira justa de Dios por el pecado y maldijo a Adán, como varón, a Eva, como mujer, a satanás, a través de la serpiente y a la tierra, del planeta (Gn 3:14 y del 16-20). Pero dentro de estas maldiciones también les dejó la esperanza de la redención a través del sacrificio de sangre de su Unigénito (Gn 3:15).

Y fueron echados de Huerto del Edén (Gn 3:23-24).

A partir de ahí se rompió esa comunión entre Dios y el ser humano. Se fue heredando la maldad de generación en generación, tanto del pecado original, como de la multitud de pecados que se derivaron de éste y cada vez fue más y más la maldad en la Tierra (Gn 6:1-8). Desde los tiempos más remotos, con Adán y Eva y sus descendientes, hasta hoy en día!

Dios nos dio los 10 mandamientos, a través de su siervo Moisés, no para que los cumpliéramos, porque esto no es posible hacerlo sin el Espíritu Santo en nosotros, sino para que viésemos, primeramente, que estábamos viviendo en pecado (Ro 5:20… RV60) y, segundo, que no era posible vivir en santidad porque traíamos en nosotros, en nuestra sangre, nuestros genes, la maldad y la tendencia al mal.

Pero no son solo 10 los pecados, en Deuteronomio 28 encontraremos otros tantos pecados de acción como de omisión, y sus consecuencias, tanto por la obediencia, como por la desobediencia. Son un total, en toda la Palabra de Dios, de 600 (Aprox.) preceptos a cumplir por nosotros, la raza humana. Y con el solo hecho de no cumplir uno de tantos ya somos culpables del juicio de Dios, por eso su Palabra dice: Como está escrito, no hay justo ni aún uno; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno, no hay quien busque a Dios, por cuanto todos hemos pecado y están destituidos de la gloria de Dios… Ro 3:10, 11b, 12a.

Ro 5:12… El primer pecado en el mundo fue la desobediencia de Adán. Así, en castigo por el pecado, apareció la muerte en el mundo.  Y como todos hemos pecado, todos tenemos que morir espiritualmente, en la eternidad… Ro 5:17-21… RV60.

Ro 8:3-4… Dios ha hecho lo que la Ley de Moisés no era capaz de hacer, ni podría haber hecho; porque nadie puede controlar sus deseos de hacer lo malo. Dios envió a su propio Hijo, y lo envió tan débil (Encarnado, nació siendo ser humano) como nosotros, los pecadores. Lo envió para que muriera por nuestros pecados. Así por medio de Él, Dios destruyó al pecado… Lo hizo para que ya no vivamos de acuerdo con nuestros malos deseos, sino conforme a todos los justos mandamientos de la Ley, con la ayuda del Espíritu Santo.

A través de este sacrificio se abriría nuevamente un puente entre Dios y los hombres, por medio de la restauración de esa comunión con su creador.

Para poder entender la magnitud de éste sacrificio y el inmenso amor de Dios hacia nosotros veamos cuál es nuestra situación después del pecado original (La “caída” de Adán y Eva) que todos traemos, como un gen, en nuestra sangre, heredado de generación en generación.

Desde ellos dos, la tendencia al mal, nuestra naturaleza rebelde, pasó a toda la raza humana. Qué significa esto?… Que todos los seres humanos hemos heredado la muerte espiritual, la separación –comunión rota- con Dios. Por lo tanto ya no nacemos con esa imagen y semejanza de Dios, sino con la naturaleza de nuestro “padre” Adán, heredado a nosotros después de su caída espiritual –Desobediencia a Dios-.

En la actualidad, como lo veremos en publicaciones futuras, se ha puesto de “moda” ideologías humanas que nos describen, a los seres humanos, como muy buenas personas, casi rayando en la perfección… y muchas de las veces se nos dice que somos nuestro propio Dios y que lo bueno y lo malo es relativo. Por lo tanto no es necesario rendirle cuentas a una autoridad divina.

Esto nos ha llevado a pensar que no somos pecadores porque no le hacemos mal a nadie, lo que sucede es que todos tenemos diferentes criterios, opiniones, manera de ver y vivir, la vida. Y, si no somos pecadores entonces no tenemos necesidad de un Salvador!

 

Qué dice Dios a cerca de esto?…

Cómo nos vemos a través de su justicia, su santidad y su rectitud?…

Dice en la Palabra de Dios…

A cerca de Él mismo:

«Soy santo, justo y recto. Muy limpio de ojos para ver el mal, más el alma que pecare, esa morirá”… Jos 24:19, Hab 1:13, Ez 18:4c (Paráfrasis).

Y, a cerca de nosotros dice:

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”… Ro 5:12… RV60.

“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”… Ro 3:10 y 23… RV60.

Esto nos deja ver que la condición del ser humano delante de Dios es el de ser PECADOR!

Por lo tanto el pago que tenemos que dar por practicar el pecado, hacer nuestra voluntad y no la de Dios, es la muerte espiritual, en esta vida, esto es, no poder ser guiado por Dios, ni tener comunión con Él. Y, al morir, pasar la eternidad en el lago de fuego, es decir, en el infierno!

 

Ohhhh!… Y ahora… Quién podrá ayudarnos?!…

 

En nuestra siguiente publicación encontraremos la solución a éste grave problema, de nosotros los seres humanos. No te lo pierdas!

Jesucristo vino a darnos a conocer a Dios como nuestro Padre.

Deja un comentario

Como estamos viendo desde las publicaciones anteriores, Jesucristo vino a tres cosas:

–         Traer el Reino de Dios a nosotros.

–         Darnos a conocer al Padre.

–         Redimirnos de nuestros pecados con su sacrificio de sangre.

Ya vimos la primera y ahora veremos la segunda causa por la que Jesucristo vino a este mundo, darnos a conocer a Dios Padre.

Jn 14:8-11…  «Entonces Felipe le dijo:

—Señor, déjanos ver al Padre. Eso es todo lo que necesitamos.

 Jesús le contestó:

—Felipe, ya hace mucho tiempo que estoy con ustedes, y todavía no me conoces?… El que me ha visto a mí, también ha visto al Padre. Por qué me dices “Déjanos ver al Padre”?…  No crees que yo y el Padre somos uno?

Y a los discípulos les dijo:

—Lo que les he dicho, no lo dije por mi propia cuenta. Yo sólo hago lo que el Padre quiere que haga. Él hace sus propias obras por medio de mí.

Créanme cuando les digo que mi Padre y yo somos uno solo. Y si no, al menos crean en mí por lo que hago.

Mt 23:9… «No le digan padre a nadie, porque el único padre que ustedes tienen es Dios, que está en el cielo.»

Jn 8:19 y 10:30… «Entonces le preguntaron:

—¿Dónde está tu padre?

Jesús les respondió:

—Si me conocieran, conocerían a mi Padre. Pero como no me conocen, tampoco a él lo conocen. Mi Padre y yo somos uno solo.»

 

 

La Palabra de Dios dice en Mateo capítulo 22, versículos 37 y 38 (DHH)…

Jesús le dijo:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente.”

Éste es el más importante y el primero de los mandamientos.

 

A mí en lo personal me gusta más en la versión de la Biblia Lenguaje Actual por ser más descriptivo:

Jesús le respondió.

El primer mandamiento, y el más importante, es el que dice así:

“Ama a tu Dios con todo lo que piensas y con todo lo que eres.”

 

Pero yo me pregunto:

“Cómo podría amar a alguien que no conozco?”

Tú, amable lector, podrías amar a alguien que no conoces?

 

Es cierto que existe el amor a primera vista… o el flechazo de cupido, o la química… cómo le quieras llamar… Y te daré la razón, la química es muy fuerte en algunos casos. Pero necesitas primeramente saber que esa persona existe y verla!

 

Pero esto no nos sucede con Dios, primero porque no lo podemos ver y en segundo lugar porque en nuestra naturaleza humana no tenemos la capacidad de amar a Dios. Para amarlo se necesita hacerlo a través de las enseñanzas de su Palabra. Pero la misma Palabra nos enseña que, para entender la revelación de la Palabra es necesario que el Espíritu de Dios esté en nosotros.

 

Entonces, en base a toda esta información que encontramos en la Biblia (La Palabra de Dios), tenemos lo siguiente:

Primeramente el Espíritu de Dios debe venir a morar en nosotros.

Para que Él venga a morar en nosotros debemos recibir a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.

Para que reconozcamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador es necesario conocer las buenas nuevas del Evangelio: “La obra redentora de Jesucristo aquí en la Tierra, a través de su sacrificio de sangre, para la redención de nuestros pecados.”

Esto se da por medio de la fe para salvación, cuando el Espíritu Santo toca nuestros corazones, mientras se nos comparte el Evangelio del Reino.

Una vez que el espíritu de Dios está morando en nosotros, éste nos da la revelación para entender las Escrituras (La Palabra de Dios).

Y, al escudriñar (Entender por revelación) la Palabra de Dios, entonces tenemos la capacidad de ir conociendo a Dios.

 

Y es bien sabido por todos nosotros que es a través del trato diario, que tengamos con alguien, como lo llegamos a conocer, e incluso a admirar, a esa persona. Y, un factor primordial para que lleguemos a amar a alguien es la admiración. Y no podremos, jamás, admirar a alguien del cual no sabemos nada!

 

Por ello, una de las cosas que Jesús hizo, fue darnos a conocer a Dios como Padre.

 

 

La mayoría de las personas conocemos los atributos de Dios como un ser sobrenatural:

Omnisciente (Él es quien todo lo sabe)… Is 40:13-14.

Omnipotente (Todopoderoso)…  Gn 35:11a.

Omnipresente (Él está en todo lugar)… Jer 23:23-24.

Justo… Dn 9:14.

Recto… Sal 25:8.

Santo… Ap 15:4.

Eterno… Dt 33:27.

Amor… 1Jn 4:8

 

 

Quién es Dios, para ti?

Como ya lo había comentado, todos tenemos un diferente concepto de Dios basado en nuestra experiencia con la persona que haya representado una autoridad para nosotros a lo largo de nuestra vida, sobre todo de pequeños.

 

Algunos nos imaginamos a Dios como un ser ejecutorio poniendo sobre una balanza las cosas buenas y malas para juzgarnos de acuerdo a la mayoría de unas o de otras.

 

Otros nos lo hemos imaginado como un viejito bonachón y apapachador que, por ser muy bueno, nunca nos castigará sin importar lo que hagamos.

 

Estoy segura que hasta habrá quién se lo imagine como alguien quien nos está vigilando con una lupa para que, en cuanto nos equivoquemos, nos castigue inmediatamente.

 

Y, el peor concepto en el que lo podamos tener, es el de un ser que se encuentra en el cielo muy ajeno a todo lo que pasa en la Tierra o, en particular, a cada uno de nosotros. Él “allá”, y nosotros “acá”.

 

Y una minoría, espero yo que así sea, quien pensará de Dios como un ser cruel, abusivo que no se conduele de nada, sino por el contrario, que se deleita en todo lo malo que nos sucede. Porque esto es lo que hemos recibido de parte de los adultos que se supone nos debieron de proteger.

 

Afortunadamente este y todos las demás conceptos antes mencionados, son erróneos.

 

 

Veamos los atributos que Dios nos ha revelado en su Palabra, como nuestro Padre:

Y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra… Jer 23:6a… RV60.

Dios es nuestra JUSTICIA.

He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá… Ez 18:4

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová (Dios) cargó en él el pecado de todos nosotros… Is 53:6… RV60.

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él… 2Co 5:21… RV60.

Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu… Ro 8:1… RV60.

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo… Ro 5:1… RV60.

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro… He 4:16… RV60.

 

Dios entregó a su Único Hijo para que pagara por nuestros pecados, de esta manera el seguiría siendo justo pero a la vez nos libraría de la muerte eterna por nuestra naturaleza pecaminosa y nuestros pecados.

 

 

Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá.Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto… Gn 22:14… RV60.

DIOS ES NUESTRO PROVEEDOR –Jehová/Yahweh Jireh-

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros… Ef 3:20… RV60

Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan… Sal 37:25… RV60.

Demuéstrale a Dios que para ti él es lo más importante. Dale de lo que tienes y de todo lo que ganes;  así nunca te faltará ni comida ni bebida… Pr 3:9-10… BLA.

Acuso recibo de todo, y hasta tengo de sobra. Con lo que me enviaron por medio de Epafrodito, tengo más que suficiente. Lo que me enviaron fue como una ofrenda de incienso perfumado, un sacrificio que Dios recibe con agrado. Por lo tanto, mi Dios les dará a ustedes todo lo que les falte, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús… Fil 4:18-19… DHH.

El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente.

Diré yo al SEÑOR: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío… Sal 91:1-2… BdlA.

 

Dios es el dueño del oro y la Plata, nos dice su Palabra. Y él, como el mejor Padre que pueda existir nos dará la provisión que necesitemos y nos colmará de bendiciones.

 

Esto lo hará en la medida de que hagamos su voluntad y confiemos en Él. Pero también nos dice su Palabra que para recibir sus bendiciones, y no estar en maldición, debemos entregarle el diezmo y ayudar al necesitado.

 

 

Moisés hizo un altar, al que puso por nombre “El Señor es mi bandera”

EL SEÑOR ES NUESTRO ESTANDARTE, NUESTRA VICTORIA -Jehová/Yahweh Nissi-

Así como Dios se involucraba en las batallas de su pueblo Israel dirigiéndolos y dándoles la victoria, así Él se sigue involucrando en nuestras vidas, peleando nuestras batallas. Porque nuestras batallas no son contra las personas, sino contra satanás (El adversario).

 

Porque no estamos luchando contra poderes humanos, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre el mundo de tinieblas que nos rodea… Ef 6:12… DHH.

Porque los malos deseos están en contra de lo que quiere el Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. Por lo tanto, ustedes no pueden hacer lo que se les antoje… Ga 5:17… BLA.

 

Pero Nuestro Señor también nos ha provisto de armas espirituales para pelear la buena batalla de la fe:

Es verdad que vivimos en este mundo, pero no actuamos como todo el mundo, ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones y el orgullo de quienes quieren impedir que todos conozcan a Dios. Con ese poder hacemos que los pecadores cambien su manera de pensar y obedezcan a Cristo… 2Co 10:3-5… BLA.

 

 

Entonces Gedeón construyó allí un altar en honor del Señor, y lo llamó «El Señor es la paz». Este altar todavía está en Ofrá, ciudad del clan de Abiézer… Jueces 6:24… DHH.

DIOS ES NUESTRA PAZ –Jehová/Yahweh Shalom-

No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos. Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo… Fil 4:6-7… BLA.

Dios nos ha aceptado porque confiamos en Él. Esto lo hizo posible nuestro Señor Jesucristo. Por eso ahora vivimos en paz con Dios… Ro 5:1… BLA.

Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del mundo. No se angustien ni tengan miedo… Jn 14:27… DHH.

Los que aman tu enseñanza gozan de mucha paz,
y nada los hace caer… Sal 119:165… DHH.

Dios hará vivir en paz a quienes le son fieles y confían en Él… Is 26:3… BLA.

 

Bendito sea nuestro Dios todopoderoso porque sabemos que Él nos protege y nos provee para toda necesidad, tanto física como emocional y espiritual. Esto lo hace a través de su Palabra y de su Espíritu.

 

Vivamos en paz sabiendo que Dios ya nos ha dado la victoria, a través de su Hijo Jesucristo, por medio de su Santo espíritu!

 

 

Les dijo: “Yo soy el Señor su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis leyes y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el Señor, que les devuelve la salud”… Ex 15:26… NVI.

DIOS ES NUESTRO SANADOR –Jehová/Yahweh Rafá-

Bendeciré al Señor con toda mi alma; no olvidaré ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas mis maldades, quien sana todas mis enfermedades… Sal 103:2-3… DHH.

Ciertamente Él (Jesucristo) cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado.
Él (Jesucristo) fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados… Is 53:4-5… NVI.

 

Dios es nuestro sanador, tanto del alma como del cuerpo. Y esa sanidad la recibimos a través del sacrificio de su Unigénito, y por medio del Espíritu Santo.

 

Nuestro Señor nos ha delegado su autoridad y el poder de Dios (El Espíritu Santo) a nosotros, para que sigamos extendiendo la obra, que Él comenzó hace casi dos mil años, aquí en la Tierra en la batalla contra satanás, para recuperar lo que Adán había perdido.

Y estas señales acompañarán a los que creen:

En mi nombre expulsarán demonios; hablarán nuevas lenguas;  tomarán en las manos serpientes; y si beben algo venenoso, no les hará daño; además pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos sanarán… Mr 16:17-18… DHH.

Si alguno está enfermo, que llame a los ancianos de la iglesia, para que oren por él y en el nombre del Señor lo unjan con aceite. Y cuando oren con fe, el enfermo sanará, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros para ser sanados. La oración fervorosa del justo tiene mucho poder… Stg 5:14-16… DHH.

 

Gracias Señor Jesucristo por ese sacrificio tuyo que no solo nos redimió del pecado sino que nos hizo aceptos delante del Padre y nos dio la victoria en la batalla contra el enemigo.

 

Tú, Dios mío, eres mi pastor; contigo nada me falta… Sal 23:1… BLA.

DIOS ES NUESTRO PASTOR –Jehová/Yahweh Raah-

Reconozcan que él es Dios; él nos hizo, y somos suyos.
Nosotros somos su pueblo: Él es nuestro pastor, y nosotros somos su rebaño!… Sal 100:3… BLA.

Yo soy el buen pastor. El buen pastor está dispuesto a morir por sus ovejas. El que recibe un salario por cuidar a las ovejas, huye cuando ve que se acerca el lobo. Deja a las ovejas solas, porque él no es el pastor y las ovejas no son suyas. Por eso, cuando el lobo llega y ataca a las ovejas, ellas huyen por todos lados. Y es que a ése no le interesan las ovejas, sólo busca el dinero; por eso huye.

Así como Dios mi Padre me conoce, yo lo conozco a él; y de igual manera, yo conozco a mis seguidores y ellos me conocen a mí. Yo soy su buen pastor, y ellos son mis ovejas. Así como el buen pastor está dispuesto a morir para salvar a sus ovejas, también yo estoy dispuesto a morir para salvar a mis seguidores… Jn 10:11-15… BLA.

Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mí, y yo los haré descansar… MT 11:28… BLA.

 

Tenemos al Gran y Buen Pastor que ha dado su vida por nosotros, para que podamos habitar a la sombra (protección) del Dios todopoderoso. Por ello no debemos de temer que nos pueda hacer el hombre, ni ninguna fuerza del mal.

 

PORQUE MAYOR ES EL QUE ESTÁ EN NOSOTROS (JESUCRISTO), QUE EL QUE ESTÁ EN ESTE MUNDO (SATANÁS).

 

SOMOS MÁS QUE VENCEDORES EN CRISTO JESÚS!!!… DLB.

Jesucristo vino a traer el Reino de Dios a nosotros.

Deja un comentario

Como comentamos en la publicación anterior, Jesucristo vino a tres cosas:

–         Traer el Reino de Dios a nosotros.

–         Darnos a conocer al Padre.

–         Redimirnos de nuestros pecados con su sacrificio de sangre.

 

Aquí veremos la primera de ellas.

  1. Jesucristo vino a traer el Reino de Dios a nosotros.

Dicho en otras palabras, Él vino a ser el puente que volviera a unir al hombre con Dios Padre, por medio de su muerte. Por eso en la Biblia dice que Jesucristo es el SUMO PONTÍFICE (Sumo Sacerdote –Puente-):

“Y Dios lo nombró Sumo sacerdote de la misma clase que Melquisedec.”  6:20… DHH… “Donde antes entró Jesús para abrirnos camino, llegando así a ser Sumo sacerdote para siempre, de la misma clase que Melquisedec.” (He 5:10… DHH)

Y solo Él es quien puede acercarnos (Ser ese puente) a esa comunión con Dios, ningún ser humano puede lograr esto; porque si así fuera Dios no hubiera sacrificado a su Único Hijo!

“Jesús le contestó: Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre.” (Jn 14:6… DHH)

 

La ley y el reino de Dios.

«La ley y los profetas llegan hasta Juan. Desde entonces se anuncia la buena noticia acerca del reino de Dios, y a todos se les hace fuerza para que entren.” (Lc 16:16… DHH)

“Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner. Sólo los que no conocen a Dios se preocupan por eso. Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y él sabe lo que ustedes necesitan.

Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey y que hagan, lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.” (Mt 6:31-33… BLA)

 

“Desde entonces, Jesús comenzó a decirles a todos: Vuélvanse a Dios, porque su reino se va a establecer aquí.” (Mt 4:17… BLA)

“En su proclamación decía: Vuélvanse a Dios, porque el reino de los cielos está cerca!” (Mt 3:2… DHH)

 

La mala hierba y el trigo.

«Jesús les puso este otro ejemplo:

En el reino de Dios sucede lo mismo que le pasó a uno que sembró, en su terreno, muy buenas semillas de trigo.Mientras todos dormían, llegó su enemigo y, entre las semillas de trigo, sembró semillas de una mala hierba llamada cizaña, y después se fue.

Cuando las semillas de trigo produjeron espigas, los trabajadores se dieron cuenta de que también había crecido cizaña. Entonces fueron a donde estaba el dueño del terreno, y le dijeron: Señor, si usted sembró buenas semillas de trigo, por qué también creció la cizaña?

El dueño les dijo: Esto lo hizo mi enemigo.

Los trabajadores le preguntaron: Quiere que vayamos a arrancar la mala hierba?

El dueño les dijo: No! El trigo y la cizaña se parecen mucho, y a lo mejor ustedes van y arrancan el trigo junto con la cizaña. Mejor dejen que las dos plantas crezcan juntas. Cuando llegue el tiempo de la cosecha, podremos distinguir cuál es el trigo y cuál es la cizaña.

Entonces enviaré a los trabajadores para que arranquen primero la cizaña, la amontonen y la quemen. Luego recogerán el trigo y lo llevarán a mi granero.” (Mt 13:24-30… BLA)

 

Cuándo comenzará el reino de Dios?

«Cuándo comenzará Dios a reinar aquí?

Jesús respondió: El reino de Dios no es algo que pueda verse. Tampoco se puede decir: Aquí está! o Allí está! Porque el reino de Dios ya está entre ustedes.” (Lc 17:20-21… BLA)

 

«Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué hablaba a la gente por medio de parábolas.

Jesús les dijo: A ustedes yo les permito conocer los secretos del reino de Dios, pero no a los demás. Por eso les hablo por medio de parábolas; porque ellos miran, pero no ven; escuchan, pero no oyen ni entienden.

Así se cumple en ellos lo que Dios había dicho por medio del profeta Isaías:

Esta gente, por más que escuche, nunca entenderá; y por más que mire, nunca verá. Pues no aprende ni piensa, sino que cierra los ojos para no ver, y se tapa los oídos para no oír. Si hiciera lo contrario, entendería mi mensaje, cambiaría su manera de vivir, y yo la salvaría!” (Mt 13:10, 11 y 13… DHH y BLA)

La raza humana siempre estamos de tendencia a la maldad.

Pero Dios, en su infinito amor, no quiere que ninguno se pierda sino que todos procedamos al arrepentimiento…

 

No seamos uno de ellos y, rectificando nuestra manera de vivir, contraria a la voluntad de Dios Padre, volvámonos a Él, cruzando a través de ese puente que nuestro Dios a puesto (Jesucristo) para unir su Reino, nuevamente, con nosotros, la raza humana; y así vivir eternamente a lado de nuestro Señor… DLB.