Continuamos con las diferencias basadas en el principio de la discriminación, de acuerdo a las enseñanzas del libro: «Manual de interpretación bíblica» -Descubriendo la Palabra de Dios- del Autor: J. E. H.

A todos los estudiantes de la Hermenéutica, y a los creyentes en general, realmente les recomiendo este libro!… 😉

Diferencia entre SER ACEPTOS y SER AGRADABLES Delante de DIOS.
En General.
Dios ha aceptado a todos los creyentes, pero no se ha agradado de todos… Ef 1:4-6 (DHH)… “Dios nos escogió en Cristo desde antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin defecto en su presencia.
Por su amor, nos había destinado a ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, hacia el cual nos ordenó, según la determinación bondadosa de su voluntad.
Esto lo hizo para que alabemos siempre a Dios por su gloriosa bondad, con la cual nos bendijo mediante su amado Hijo.”
En este pasaje se refiere a la POSICIÓN celestial del creyente: Ser ACEPTO en Cristo.

2Co 5:7-10 (DHH)… “Ahora no podemos verlo, sino que vivimos sostenidos por la fe; pero tenemos confianza, y quisiéramos más bien desterrarnos de este cuerpo para ir a vivir con el Señor.
Por eso procuramos agradar siempre al Señor, ya sea que sigamos viviendo aquí o que tengamos que irnos.
Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo.”
Aquí, en esta cita, se refiere a su CONDICIÓN: Su “ANDAR” COMO CRISTIANO; es decir SER AGRADABLES A DIOS EN SU CONDUCTA DIARIA.

Distíngase la diferencia entre estas dos consideraciones:
a) Nuestra Posición, lo que somos en Cristo.
b) Nuestra Condición, lo que somos en nosotros mismos.

En Particular.
Somos aceptos en Cristo (Ef 1:6).
1.- Por Cristo, “El amado”, que nos representa o sustituye. Sufrió en nuestro lugar (2Co 5:21). Cargó nuestros pecados y ahora nos representa ante Dios.
El llevó nuestros pecados, y nosotros nos vestimos de su gloria y justicia.

2.- Por identificación; sus experiencias son contadas como nuestras (Ga 2:20 y Ro 6:6-8:11).
Hemos de considerar a nuestro “viejo hombre” como muerto, y no hacer provisión para la carne; sepultados con Cristo (Ro 6:4-5); resucitados con Él (Col 3:1); ascendidos con Él y sentados en lugares celestial con Él (Ef 2:6); glorificados con Él (Ro 8:17 y 30).
Él es el TODO del cristianismo verdadero; el centro y la totalidad. Nosotros vemos a Dios en Cristo, y Dios nos ve a nosotros en Cristo.
Nuestra posición en Cristo es la perfección absoluta, porque es de Él. Pero nuestra condición está lejos de la perfección, porque es de nosotros. Recibimos la posición de perfección por la fe en Cristo (Col 1:12 y 1Co 1:30).

La aceptabilidad o aprobación.
Siendo hechos ACEPTOS en el amado Hijo, es nuestra responsabilidad vivir una vida ACEPTABLE.
Somos hechos aceptos por la fe, pero nos esforzamos por serle aceptables (2Ti 2:15 y 2Co 5:9).
La vida de Cristo siempre fue aceptable al Padre.
Debe ser nuestro constante anhelo serle aceptables en nuestra vida.

Algunas amonestaciones.
1.- Es posible ser salvo y, sin embargo, sufrir grandes pérdidas (1Co 3:14-15).
El haber sido hechos aceptos en “El Amado” no nos permite seguir las inclinaciones de la naturaleza vieja, sino hemos de vivir y servir de una manera agradable al Señor.

2.- Es posible ser salvo y todavía llegar a ser eliminado, o desaprobado (1Co 9:27).

3.- Es posible ser salvo y todavía ser castigado (2Co 5:9-10 y Col 3:25).

4.- Es posible ser cristiano y cosechar los frutos del mal vivir (Ga 6:7 y 8).

Nuestra aceptación en Cristo es de una vez y para siempre.
Muchos creyentes viven años sin agradar a Dios con su vida.
Nuestra aceptación es eterna, pero cuán raros son nuestros momentos de aceptabilidad, a pesar de que Dios ha puesto a nuestro alcance todos los medios para vivir una vida aceptable.

Estamos siendo, realmente, un buen testimonio?
Es nuestro caminar por la vida, agradable a Dios?
Meditemos en esto… DLB.